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Editorial 1013

 


Lectura planificada


La lectura es el camino hacia el conocimiento y el conocimiento es el camino hacia la libertad.

 

Los seres humanos nacemos con un cerebro de genio pero vacío de contenido. Es como una inmensa biblioteca, llena de estantes pero sin libros, sin ideas. Luego, a medida que crecemos adquirimos ideas y experiencias y la biblioteca va adquiriendo vida. Se va llenando de libros, de saber... y la vida adquiere sentido.

 

Gracias a las ideas adquiridas percibimos el mundo e interpretamos los acontecimientos. Como aprendemos por analogía, solo podemos percibir y comprender aquellas cosas que se relacionan con lo que sabemos, lo demás es como si no existiera, por eso el refrán: "El que no sabe es como el que no ve"

 

El mundo está lleno de maravillas que solo pueden ser percibidas y disfrutadas por las personas que han desarrollado su mente a través de la lectura, del conocimiento y de la experiencia.

"El mundo es para cada persona del tamaño de su vocabulario" Arturo Uslar Pietri

"El mundo es un libro abierto que solo sirve para quienes saben leerlo"

 

La lectura activa el cerebro y ayuda a reorganizar los contenidos, proporcionándonos una visión superior...

 

El árbol crece a medida que absorbe nutrientes a través de las raíces. Cuanto mejores sean los nutrientes sus ramas se expandirán y producirá frutos abundantes y de calidad. El cerebro al igual que el árbol expande sus ramificaciones neuronales, se fortalecen las conexiones cognitivas, creativas y emocionales. Adquiere una visión amplia y profunda de la vida y es capaz de resolver cosas muy complejas.

 

Los seres humanos tenemos un cerebro de genio, pero estamos condicionados por ideas y paradigmas que reprimen nuestro impulso a crecer. Necesitamos cambiar muchas ideas y creencias a través de la lectura de temas nutritivos.

 

La lectura tiene varias funciones:


1. Activar el cerebro y estimular el deseo de saber.

 

2. Incrementar la inteligencia, la capacidad de análisis y la capacidad crítica.

 

3. Ampliar el vocabulario. El código utilizado por el cerebro es verbal, de modo que, cuanto más rico sea nuestro vocabulario, mayor será nuestra capacidad para pensar, aprender, hablar y crear respuestas

 

4. La lectura es el camino que conduce al conocimiento y el conocimiento es el camino que conduce al progreso y a la libertad en todos los aspectos, por lo cual, la lucha se centra más cada día en el campo del conocimiento. La pobreza económica va de la mano con la pobreza mental. De aquí la importancia de erradicar el analfabetismo y de instalar en la mente de las personas el hábito de la lectura y del estudio.

 

5. Las cosas cambian con rapidez y la única forma de renovarse para no perder el tren del futuro consiste el vivir actualizado a través de la lectura diaria y de la reflexión.

 

6. El tiempo mejor invertido es el dedicado a la lectura y a la reflexión, no solo por los beneficios intelectuales y económicos que genera, sino también por los beneficios psicológicos (confianza, autoestima, personalidad, liderazgo, madurez, criterios, convicciones, evolución, etc.

 

La lectura comprensiva es la forma más eficaz para desarrollar la inteligencia y los demás poderes mentales; pero no es suficiente con leer, es necesario tener un proyecto cultural, leer temas importantes, reflexionar, analizar, imaginar, indagar, proponerse retos.

 

Es importante distinguir entre:
1. Lectura de información.
2. Lectura de conocimientos.

3. Lectura de sabiduría.

 

1. La lectura de información proporciona datos elementales sobre las cosas. 
Hoy tenemos mucha información de todo tipo. La información, en sí, es buena. Cuanta más información tengamos, más posibilidades tenemos de aprender, de progresar y de evolucionar.

El problema surge, cuando las personas son desbordadas por la información, debido a que no tienen capacidad para procesarla, ni criterios para seleccionar los datos que les conviene para aprender y progresar.


2. Lectura de conocimiento ofrece una visión más profunda de las cosas, da a conocer su naturaleza, características y funcionamiento de las cosas, es la base del progreso. Gracias al conocimiento los seres humanos “dominamos” la naturaleza.


Todos estamos conscientes de que el conocimiento significa poder y progreso y que la verdadera competencia de la vida se da en el campo del pensamiento, por esta razón las empresas compiten por tecnología de avanzada y cada día adquieren más importancia la escuela, el colegio y la universidad.


Sin embargo, el conocimiento en sí, sólo genera progreso material, y, si bien crea las condiciones para una mejor calidad de vida, no la garantiza, a menos que vaya asociado a la sabiduría, es decir, a los principios y valores que sirven para controlar y orientar la conducta humana.


El conocimiento por sí sólo nunca resolverá el problema humano si no va acompañado de la sabiduría. No debemos confundir progreso con evolución. Progreso es lo que logramos, lo que tenemos y evolución es lo que somos, lo que valemos como persona.

 

3. La lectura de sabiduría nos dice que el progreso, por sí solo, no va a salvar al mundo, ni va a mejorar la calidad de vida, más bien, va a generar más competencia, egoísmo y violencia.


A medida que las personas se hacen mayores tienen tiempo para reflexionar y adquieren una visión más sabia de la vida. Aprenden a valorar más la salud, la amistad y la familia. Son más comprensivas, tolerantes y pacientes y también más espirituales. Este dato es una invitación y también un alerta, para que los jóvenes y no tan jóvenes, aprendan a ser sabios desde ahora, no cuando hayan pasado muchos años y hayan perdido muchas oportunidades de ponerse a valer como personas.


Los seres humanos no necesitan saber todo, pero sí necesitan saber lo necesario para triunfar, para ser libres y para ser felices. Vivimos en una sociedad que tiene mucha información, poco conocimiento y escasa sabiduría, lo que da como resultado: Una sociedad mediocre.

 

Queda claro que la sabiduría no es la cantidad de cosas que sabes o recuerdas, es cómo ves las cosas y cómo las interpretas.

 

 

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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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